20 May Voyeurismo: EL PLACER DE MIRARTE SIN QUE TE ENTERES
¿Alguna vez has espiado furtivamente a alguien mientras se cambia de ropa? ¿O quizás tuviste oportunidad de observar a una pareja mientras hacían el amor sin que lo supieran? ¿Te sentiste excitado? ¿Te tocaste? No te sientas culpable, sobre todo si ésta experiencia fue fortuita, sin planearla. ¿Tiene ésto que ver con el voyeurismo? Sigue leyendo y descúbrelo.
Sin duda, la sexualidad es una de las áreas de la vida de los seres humanos que causa mayor fascinación. Si bien somos seres pensantes, que hacemos uso de la razón (idealmente), nuestro componente biológico (animal, instintivo), juega un pepel fundamental en la motivación de nuestros comportamientos. La naturaleza nos empuja a la reproducción, a la perpetuación y mejora de nuestra especie, siendo la cópula entre un hombre y una mujer el punto culminante que desencadena el milagro de la vida.
Sin embargo, la manera en que está organizada nuestra sociedad actualmente, añade una serie de factores a los procesos naturales de cortejo y reproducción. Por lo tanto, existen muchas personas que no tienen la capacidad ni las habilidades para encontrar una pareja con la cual saciar sus necesidades físicas y afectivas.
Por lo tanto, el deseo sexual puede llevar a las personas a buscar la satisfacción a la que no son capaces de acceder de manera madura y sana, buscando situaciones poco ortodoxas para excitarse y desfogarse. De hecho, existe una clasificación de comportamientos que, por sus peculiares características son considerados “anormales”, no sólo desde el punto de vista social, sino desde el punto de vista médico y psicológico. A éstos comportamientos de les denomina parafilias y en este artículo abordaremos una parafilia llamada voyeurismo.
¿qué son las parafilias?
En ese afán de satisfacer el impulso sexual, hay personas que ponen en práctica una serie de comportamientos que se consideran como desviados, pervertidos, aberrantes o anormales. En estos casos, la fuente del placer no se obtiene de las relaciones sexuales en sí, sino que depende de alguna actividad, situación u objeto específico.
Si bien el uso del concepto parafilia es un tema de constante discusión entre la comunidad de expertos, se usa comunmente para designar conductas raras, extrañas o extravagantes, en comparación con los comportamientos puestos en práctica por la mayoría de la población en el ámbito sexual.
Quédate tranquilo, ya que la masturbación, la práctica del sexo anal, la auto felación, la lluvia dorada, el sexo oral o los besos negros, no son considerados parafilias. La línea que divide los “sano” de lo “enfermo” es que éstas variantes, no sean las actividades exclusivas del individuo, sino que formen parte de un amplio repertorio de artes amatorias.
Dependiendo de la frecuencia de manifestación, las parafilias pueden clasificarse como leves, moderadas o severas.
voyeurismo: EL PLACER DE MIRAR
En el presente artículo, la parafilia en la que profundizaremos es en la denominada “voyeurismo”. La también llamada escoptofilia, hace referencia a la preferencia por observar a otras personas (generalmente desconocidas) en situaciones de intimidad, como cambiándose de ropa e incluso teniendo relaciones sexuales.
El voyeurista prefiere que éstos episodios sucedan sin que las personas observadas tengan cosciencia de ello. Resulta excitante el hecho de hacerlo a escondidas, la posibilidad de ser descubierto y la inocencia de quien se sabe en un espacio íntimo. Al voyeurista no le interesa asistir a una playa nudista, ya que en ese contexto, observar a las personas desnudas no representa un acto prohibido. Estos episodios voyeuristas generalmente desencadenan comportamientos masturbatorios mientras suceden, o posteriormente, recordando la experiencia.
Para determinar si una persona efectivamente puede ser considerada voyeurista, se deben cumplir dos condiciones:
- Que durante 6 meses, se hayan manifestado fantasías recurrentes y sumamente excitantes, impulsos sexuales y conductas que impliquen mirar (espiar) furtivamente a otras personas desnudas, mientras se desnudan o en pleno acto sexual. Éstas conductas son la principal fuente de satisfacción sexual en detrimento de las relaciones coitales.
- Las fantasías, los impulsos o comportamientos sexuales provocan malestar significativo en la persona o perjudican las áreas social, laboral o familiar de la vida del sujeto. Habrá personas voyeuristas que dejen de asistir al trabajo o pasen la mayor parte de sus horas de vigilia pensando o propiciando oportunidades para espiar a otros.
¿Hasta aquí todo claro? Sigamos.
Las personas con tendencias voyeuristas podrán comprar los artefactos (binoculares, catalejos e incluso drones) que les permitan cumplir su objetivo mirón. Podrían igualmente modificar sus horarios para ajustarlos al momento en que la vecina (u otra víctima) se baña o se cambia de ropa, podrían hacer agujeros en las paredes o asistir en soledad a los moteles para espiar o escuchar a las parejas durante sus encuentros sexuales.
Con la proliferación de dispositivos móviles con la capacidad de tomar fotografías o grabar videos, existe una nueva modalidad del voyeurismo a través del video. En Twitter, se pueden encontrar una variedad de cuentas que comparten fotografías o videos de mujeres captadas en las calles o los supermercados y los más osados, incluso muestran imágenes tomadas bajo la falda de las desprevenidas víctimas. Éste tipo de comportamientos representan un delito y de ninguna manera promovemos su práctica.
Además, el voyeurismo es una parafilia que se presenta en mucha mayor proporcion en los hombres que en las mujeres. ¿A qué piensas que se debe?
Causas
Generalmente, ésta problemática tiene su inicio en la adolescencia temprana (alrededor de los 15 años de edad. Es importante mencionar que éstos comportamientos tienden a volverse crónicos, es ecir, que perduran en el tiempo y que el voyeurista suele volverse más atrevido y descuidado en sus atisbos morbosos. Ésto lo hace susceptible de ser descubierto o denunciado por sus violaciones a la intimidad ajena.
Se considera que si un niño mira a sus padres en pleno acto sexual, hay grandes posibilidades de que en el futuro manifieste comportamientos voyeuristas.
Generalmente las personas que practican el voyeurismo suelen tener fuertes sentimientos de inferioridad y dificultades en sus habilidades socio sexuales. Al mirar sin ser detectados, los voyeuristas experimentan una sensación de poder sobre las personas espiadas, reforzando así sus comportamientos y aumentando la posibilidad de repetirlos.
¿existe tratamiento para el voyeurismo?
Desde luego que existe un tratamiento para abordar los casos de voyeurismo. Desde la perspectiva médica, se emplean medicamentos que disminuyen el nivel de andrógenos (como la testosterona) en la sangre, lo que trae como consecuencia la disminución de la líbido de los pacientes y haciendo cada vez menos intensa la urgencia y el impulso voyeurista. Si bien éste tipo de tratamientos ofrecen resultados significativos, están asociados a efectos secundarios como la obesidad, el aumento de la tensión arterial y problemas de la vesícula biliar.
Desde el punto de vista de la psicoterapia, se utilizan estrategias de orientación conductual para que los individuos desarrollen aversión a los pensamientos y conductas voyeuristas. Técnicas como el condicionamiento aversivo, la saciación o la sensibilización encubierta han arrojado resultados positivos. Éstas técnicas suelen reforzarse con entrenamiento en habilidades sociales y reestructuración cognitiva para ajustar las falsas creencias de los individuos asociadas al comportamiento voyeurista. Lo ideal es combinar las estrategias antes mencionadas para alcanzar mejores resultados.
Si presentas comportamientos de éste tipo y te provocan malestar, te recomendamos pedir ayuda profesional.
¿Qué les parece la información? Esperamos que haya sido de su agrado y nos encantaría leer sus comentarios al respecto. Si gustan seguirnos en redes sociales nos encuentran como Kinky Sex Shop y si tienen tiempo, visiten nuestra tienda en línea que por ver no se paga. Hasta la próxima.
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