25 Sep Porno: o lo amas, o lo odias.
¿Recuerdas la primera vez que viste material pornográfico? ¿Qué sentiste? Nerviosismo, excitación, curiosidad o quizás repugnancia. Lo cierto, es que el porno no deja indiferente a nadie.
El porno, diminutivo de pornografía, de acuerdo con el diccionario en línea de la RAE, es la presentación abierta y cruda del sexo que busca producir excitación. Puede ser en formato de texto, imágen o contenido audiovisual.
Porno en datos
Pero no te sientas culpable, ya que no estás solo. De acuerdo con datos publicados por el sítio PornHub, el promedio diario de visitas al sitio durante 2018 fue de 92 millones de personas ¡más de 250 mil visitas al día! La edad promedio de los visitantes es de 35 años y medio. Además, el teléfono móvil es el dispositivo preferido para disfrutar del contenido explícito. Con respecto a las palabras más buscadas, en el caso de las mujeres fueron: lesbianas, trío y japonés. Los hombres en cambio, buscaron principalmente japonés, MILF y Maduras. México, ocupa el lugar 11 en el mundo en visitas al sitio (sí, nos encanta el porno). Por último , los estados con más búsquedas en términos relacionados con la pornografía son: Guerrero, Chiapas y Michoacán.
Clasificación del porno
Básicamente, existen dos grandes categorías: en primer lugar, el porno softcore, que es una versión “light” de la pornografía. Son contenidos en los que no se muestran explícitamente los genitales. Ejemplos de éste tipo pueden ser algunas de las célebres películas mexicanas protagonizadas por Alfonso Zayas, entre las que destacan las distintas entregas de la serie “Los verduleros”. En segundo lugar, el porno hardcore hace referencia a contenidos totalmente explícitos, que incluyen primeros planos de los genitales de los actores y de las penetraciones. Son contenidos que ofrecen una representación y/o descripción detallada del acto sexual.
Además, existen subcategorías, que están agrupadas de acuerdo a la temática representada en el contenido o a las características de los actores. De tal suerte que en la mayoría de sitios web dedicados al entretenimiento XXX, muestran categorías tales como: Lesbianas (chicas dando y recibiendo placer de otras chicas), Maduras (mujeres mayores de 35 años), Sexo Interracial (hombres y mujeres de distintos rasgos físicos), Mexicanas (chicas de un país determinado), MILF (maduras, pero en inglés), Cuckold (swingers), Amateur (lo que viene siendo el porno casero), o lo que se te antoje.
Riesgos
Sin embargo, no todo es placer, ya que el hecho de mantenerse permanentemente expuesto a contenido pornográfico pueden traer consecuencias desagradables en la vida de las personas.
En primer lugar, puede generar una distorsión de la sexualidad del individuo, si éste no sabe distinguir entre una representación exagerada del acto sexual y la realidad. Pretendiendo llevar a la práctica lo que ha visto en los videos o tomándo a los actores como referencia para un ideal de belleza erótica.
En segundo lugar, existe un serio riesgo de desarrollar una adicción al porno, ya que al estar el individuo expuesto a éste contendio, se liberan neurotransmisores relacionados con el sentimiento de placer y felicidad, reforzando la conducta del individuo y obligándolo a repetir la experiencia de manera compulsiva.
Las cosas se ponen serias cuando mirar pornografía interfiere con las actividades relacionadas con otras dimensiones de la vida del individuo. Como por ejemplo ausentándose del trabajo, mostrándose irritable cuando no mira contenido pornográfico e incluso, teniendo dificultades para conseguir excitarse sexualmente sin exponerse a contenido explícito.
Conclusión
Si te gusta el porno, no te sientas mal, sólo ten en cuenta que sólo representa una opción más de entretenimiento. Además, no olvides que el porno es actuación, y de nunguna manera representa una fuente de educación sexual o un tutorial para tener relaciones sexuales satisfactorias. Incluso, puedes disfrutar de ésta actividad en pareja para salir de la rutina y calentar motores para una buena sesión de sexo y orgasmos.
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